Así va la República, que todavía tenemos rey...

sábado, 24 de septiembre de 2011

Manifestaciones diarias

Cientos, miles de ciudadanos toman la calle cada día, durante varias horas, con el fin de conseguir algo mejor para sí y para los suyos. Haga frío o calor, llueva o nieve, estos infatigables contribuyentes manifiestan de forma inequívoca su afán de mejora. Pueden parecer pacíficos, pero una vez entre ellos sabremos que no lo son tanto.


No, no escribo sobre los indignados del 15M, que somos absolutamente pacíficos. Los de la foto son consumidores en una céntrica calle comercial de Madrid, dándose empujones para llegar a la tienda antes que los otros y conseguir la "oferta" del día, imprecándose unos a otros sin pudor como buenos urbanitas españoles. Consumen hasta morir. Compran el último modelo de móvil o tableta porque el de hace dos meses se ha quedado obsoleto y ya no pueden usarlo.


Y los de ésta también buscan sentirse mejor, pero a base de beber alcohol en el botellón. No se lo reprocho, si no fuera por lo sucio que lo dejan todo. Al final de la noche podrían usar las bolsas donde llevan el hielo para meter las botellas vacías, pero supongo que es mucho pedir.

Miles de personas toman la calle para consumir, regularmente y sin falta. ¿Qué hace falta para que vuelquen toda esa energía en pedir auténticas mejoras para ellos, los suyos y todo el país? ¿Cómo se podría movilizar a la muchedumbre de la Calle Preciados a la Puerta del Sol? No es tanta distancia, pero hay un abismo entre ambas. Un abismo que con esta "crisis" sólo aumenta cada día que pasa.

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