Así va la República, que todavía tenemos rey...

lunes, 26 de enero de 2009

Probablemente Rouco no existe

No puedo creerlo. Tanta desfachatez en una sola persona...
"No es justo obligar a quienes tienen que hacer uso de esos espacios, sin alternativa posible, a tener que soportar mensajes que hieren su sentimiento religioso"
(Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid, sobre la campaña de autobuses ateos)
No es justo obligar a quienes tienen que hacer uso de los servicios públicos - los colegios, sin ir más lejos -, sin alternativa posible, a tener que soportar mensajes que hieren mi sentimiento ateo y el de mis hijos (no están bautizados, ni les he inculcado historias fantasiosas sobre un ente que te vigila en todo momento y te castigará inexorablemente con el fuego eterno si no haces lo que dice el cura).

Que siga repartiendo hostias, que siga. La que me toque a mí - lamentablemente no he apostatado todavía - se la doy yo a él.

viernes, 23 de enero de 2009

Estafa metódica

Existen varios métodos empleados por supermercados y grandes superficies para timar a los consumidores. Son cosas tan habituales que no pueden ser debidas a la casualidad:
  • El precio del artículo en el estante o lineal no coincide con el que marca en caja al pasar el código de barras. Curiosamente, suele ser mayor en caja.
  • El precio del artículo está rebajado, como indica el llamativo cartel rojo y amarillo del estante, pero realmente está al mismo precio - o más - que la semana pasada.
  • El paquete económico, de doble peso/volumen que el normal, vale más del doble que dos paquetes normales.
  • Promoción 3x2: pagas 2 y te llevas 3 (gratis el más barato). Pero ojo, aunque las pegatinas en todos los productos sean exactamente iguales no puedes combinar productos de este estante y el de detrás, o tendrás que pagar los tres.
  • La tan cacareada oferta de la publicidad no existe en el comercio.
De estos detalles sólo te puedes dar cuenta si estás atent@ al precio marcado y lees con cuidado el ticket (cuando te lo dan, que a veces hay que pedirlo, incluso se ha dado el caso de que ya lo habían convertido en una bolita cuando lo hemos pedido).
Sí, claro, son sólo unos peniques o céntimos, pero suma... Suma lo que te estafa el comercio a tí ese día, multiplícalo por el número de días que vas a comprar allí, y multiplica por el número de clientes. O te fijas y reclamas en el momento, o... ajo y agua.