El viernes pasado, 29 de Abril, nos dieron el día libre. El centro de trabajo está en Reino Unido, y por lo visto se casaba alguien importante para los británicos.
Pero mi sueldo procede de los impuestos de varios países, no sólo del Reino Unido. Y seguro que a los contribuyentes que me pagan el sueldo no les haría gracia que yo me rascara la barriga porque alguien se case, sobre todo si son ciudadanos de una república o son republicanos, o ambas cosas.
¿Acaso estamos en la edad media? Un señor feudal se casa y los súbditos tienen fiesta. ¿Es esto el S. XXI? No veo mucha diferencia con las amnistías del rey de Marruecos en el día de su cumpleaños, la verdad.
Así que decidí ponerme a trabajar en mi día libre - una de las (des)ventajas del teletrabajo -, para los contribuyentes, para la República.
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