Pero cuando se llega al absurdo, deja de ser natural:
- Intermediarios en la cadena comercial: la diferencia entre el precio de una patata, un tomate, lo que sea, en origen y su precio final es abismal. Los intermediarios se van acumulando y parasitando unos a otros, pero quien paga al final es el consumidor final.
- ONGs: ya escribí acerca de alguna de ellas. Ahora no puedes ayudar directamente al necesitado, hay ONGs que cogen tu dinero, se lucran, y despúes - si queda algo - lo pasan a otras ONGs que harán realmente algo (eso espero).
- Subcontrataciones: una vez fui a una entrevista de trabajo, en una consultora. El trabajo era para un cliente de un cliente de un cliente. Como lo lees. El sueldo que me tocaría en justicia se lo iban a repartir entre las consultoras. Menos mal que no me llamaron después.
Sé que todo ser vivo tiene su papel en la ecología del planeta, pero cuando veo un mosquito o una garrapata sobre mi piel no puedo evitarlo: acabo con ellos. Instinto de supervivencia.
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